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LA ÉTICA DEL ESCRIBANO

Es deber del Escribano poseer y poner en práctica las exigencias más elevadas no sólo respecto a sus cualidades jurídicas, sino también las de orden ético y moral.

La profesión de Escribano constituye una verdadera vocación moral, con sentimiento de justicia.

Como sostenía Couture: “si al Notariado se le quitara ese sutil elemento moral, profundamente adscrito a su servicio, quedaría reducido a una función cualquiera. Como institución habría perdido su sentido propio”.

Son deberes del Escribano la dedicación, la responsabilidad, la probidad, la discreción, la veracidad y el asesoramiento.